
Rotonda del Bicentenario
El Bicentenario de la Patria es un acontecimiento muy especial. El deber de nuestra sociedad es aprovechar este momento y reflexionar sobre el pasado, el presente y el futuro de esta nación. El 2010 debería ser un punto de inflexión para la historia de la Argentina, y que ello se cumpla es nuestra responsabilidad. Alejandro Roca quiere hacerse escuchar por el resto del país y por ello, a través de esta rotonda, expresa su propia reflexión sobre su historia.
Luego del centenario del pueblo, es imperioso ver el presente para planificar el futuro. En los últimos años, Alejandro Roca ha sufrido cambios en todos sus órdenes. Estos hechos, enmarcados dentro de un proceso común, marcan una tendencia creciente del pueblo. Para acompañar esa causa es necesario proyectar al pueblo como una potencial ciudad.
Esta obra se inscribe dentro de esa proyección como su primera etapa, constituyéndose con un carácter referencial e implicando que indica el estilo urbanístico a seguir. Esto es clara consecuencia de la visión futurista que posee el diseño.
La idea primordial del mismo es expresar cómo se ha desarrollado socioeconómicamente el pueblo, a través de la abstracción. Considerando que la obra está ubicada en la entrada del pueblo, la rotonda debe ser imponente, llamativa y original, erigiéndose como un símbolo distintivo de la población. Por esto el diseño busca alejarse de lo convencional y apático. Esa falta de apatía implica que la obra en conjunto tiene como objetivo provocar reacciones en aquel que la observe, siendo esencialmente una obra de arte que representa a la sociedad alejandrina en su totalidad.
Descripción de los elementos que componen el diseño
El borde exterior de la rotonda representa el mundo, sobre el cual se eleva el engranaje de la ubicación territorial del pueblo, copiando fielmente su terreno. Éste se funde para elevar un engranaje más pequeño que personifica a la sociedad fundadora, la cual se articula con los tres pilares en forma triangular. Estos pilares simbolizan los sectores económicos que generan el crecimiento de Alejandro Roca. Ellos son el sector agropecuario, el sector industrial y el sector comercial.
Estos tres son los que elevan y estabilizan al corazón del engranaje, en donde se plantean los niveles evolutivos del ser humano: niñez, adultez y vejez; quienes forman la sociedad. Cada uno de los niveles se identifica con una tonalidad del color violeta. El más oscuro se refiere a los ancianos quienes son el sostén histórico del pueblo, por ello allí se dispuso el nombre del pueblo. Luego le sigue el tono intermedio que se refiere a los adultos, quienes son los mediadores entre el futuro y el pasado. Por último, el más claro simboliza a los jóvenes, de quienes depende el futuro de la sociedad.
En el centro del círculo, que constituye el corazón del engranaje, se aprecia una abertura en forma de triángulo con dirección hacia el ingreso principal del pueblo. El hecho de que ninguno de los vértices apunte hacia el exterior del pueblo quiere decir que la juventud debe comprometerse con su lugar de origen y su desarrollo, exaltando su sentido de pertenencia y el compromiso con sus raíces.
Las formas triangulares equiláteras usadas poseen diversos significados. Por un lado se toma al triángulo como símbolo de creatividad y trascendencia de lo terrenal. Éste se forma desde el vértice superior, desciende y dibuja la línea horizontal, representando la terrenalidad; y asciende, o retorna, hacia el cielo significando el regreso al origen.
Por otra parte el triángulo es un símbolo de perfección, armonía y sabiduría. Su base representa al primero, al unir a los dos últimos elementos.
Las piedras utilizadas para revestir las columnas simbolizan, tanto en conjunto como individualmente, a cada uno de los obstáculos que ha debido superar la sociedad para llegar a la actualidad. Por otra parte también demarcan la firmeza, la resistencia y la solidez que necesitó (y necesita) el pueblo en conjunto para llegar a sus objetivos.
Justamente, para que la sociedad de Alejandro Roca siga progresando tiene que haber una armonía entre los tres sectores. Cualquier sector que decaiga, afecta a los demás sectores. Para representar esta necesidad se eligió al triángulo equilátero, por el perfecto equilibrio entre sus ángulos y lados. Esto también simboliza la sociedad cooperativa que somos, característica que distingue a esta localidad y que la ha hecho crecer y progresar.
Hablando de color
El color no quiso ser simplemente una decoración armoniosa y sencilla, si no que se buscó generar un impacto visual que acompañara a las dimensiones de la obra, siendo coincidente con el objetivo de que esta rotonda sea el símbolo distintivo de la localidad, por lo cual quien entre a este pueblo debe recordarlo ya desde su ingreso al mismo, generando un recuerdo imborrable en la memoria del visitante. Además se basó en las tonalidades de la bandera del pueblo.
La utilización del color violeta en degradé desde lo oscuro hasta lo claro se justifica en que simboliza la pasión y el equilibrio que una sociedad debe tener ante los obstáculos que le presenta la vida. Lo frío y lo cálido, lo masculino y lo femenino también son cualidades que se adjudican a este color. Esto se debe a que el violeta es el resultado de la mezcla de dos colores primarios, el rojo y el azul, que simbolizan, en sus extremos máximos, elementos contrapuestos. Es necesario remarcar la ambigüedad de género que lleva implícito el color, porque la sociedad se constituye de lo masculino y lo femenino, los cuales al juntarse dan origen a la diversidad existente en el mundo. Esto remarca la necesidad de la tolerancia en una comunidad que quiere seguir creciendo.
Debido a que Alejandro Roca quiere proyectarse a futuro y en un contexto globalizado, en el cual interactúe con los demás pueblos y naciones, no puede estar ajeno a las…últimas tendencias mundiales de diseño. Por eso esta rotonda incluye a la iluminación como elemento fundamental de la misma, incorporando la última tecnología en LEDs (diodos luminosos) para asegurar una duración prolongada en el tiempo y una eficiencia en el uso de recursos. Incluso estos beneficios aparejados al uso de tecnología de avanzada no son más que el reflejo del deseo de la población, porque se quiere que el pueblo trascienda temporalmente y no agote los recursos que le permiten subsistir en un corto período.
De acuerdo a lo anterior, esta obra ha sido planteada en dos partes, el día y la noche. Durante esta última, la tecnología lumínica permite formar nuestro pabellón nacional, marcando un sentido de pertenencia con la nación. Esto podrá ser apreciado cuando la persona se ubique sobre cualquiera de los 3 lados exteriores de las columnas, a una distancia prudencial que permita observar las tres columnas a la vez.
La fuente es el elemento de unión entre ambas partes del diseño. Ésta representa al clima, el cual tiene gran importancia al considerar que la evolución de nuestro pueblo se fundamenta en la producción agropecuaria, la cual es regida principalmente por el factor ambiental. Los chorros de agua, tanto descendentes como ascendentes, simbolizan a las precipitaciones y los frutos que generan, mientras que el Sol, el cual permite la vida de todos los seres animados de la Tierra, es representado de distintas maneras según el momento del día. De noche, se encarna a través de la iluminación del centro de la fuente y de día los rayos solares invaden el corazón de la misma.
Es necesario aclarar que la fuente carece de agua estancada por motivos de prevención sanitaria. Se busca evitar que allí se depositen y críen huevos de mosquitos transmisores del dengue, cumpliendo con lo recomendado desde el Ministerio de Salud de no tener agua almacenada expuesta al aire libre.