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Ildo Patriarca

Ildo Patriarca, que sabía mover su mano izquierda por la botonera de su acordeón como quien sabe hacer los mejores goles de zurda, falleció el 10 de julio de 2014, luego de una larga enfermedad. Tenía 75 años.

Don Ildo era una rareza del mundo musical vernáculo. Una de las particularidades de su estilo es que habiendo vivido toda su vida en la provincia de Córdoba, centro que atrae al folklore de todo el país, Patriarca se había dedicado a tocar tangos. Ésa era su especialidad. Los tangos y los valses musette.
Nació en el sur de Córdoba (en La Carlota), el 11 de mayo de 1939, y luego se afincó en Alejandro Roca. El trabajo en el campo era su manera de ganarse la vida; la música fue su pasión hasta que después de muchos años de alternar actividades, en 1991 decidió dedicarse al acordeón a tiempo completo.
«Tenía que decidir. Esto [la música] había que hacerlo en serio o no hacerlo».

Durante una entrevista, contó que a los 15 o 16 años ya había adquirido el conocimiento para desenvolverse con el acordeón como lo hacía en su madurez. Lo que le faltaba era experiencia.
Tocaba mucho en bailes, animaba fiestas a pulso de valses, rancheras, foxtrots y pasodobles.
«Otra alternativa no tenía. Pero la figura del «acordeón de auditorio» me daba vueltas en la cabeza desde hacía tiempo. Era raro que un instrumento tan amplio sólo se usara para divertir a la gente».
Así fue como empezó a investigar cuáles eran los horizontes del acordeón fuera de la Argentina.

En el tango encontró la manera de convertirse en un músico de auditorio para ser escuchado en el silencio de una sala. A principios de los ochenta, tocó en el Festival de Villa Mercedes. «Ahí, Domingo Federico me dijo un montón de cosas que ni recuerdo por el julepe que tenía», contaba Ildo. Pero le sirvieron para encontrar su manera definitiva de expresarse con el acordeón; esa con la que pudo volcar su talento, grabar algunos discos y hasta tocar, muchos años después, en el Teatro Colón, junto con otros tangueros. Su amigo Raúl Barboza dijo, en su casa de París, hace 40 años:
«El más grande acordeonista argentino es Ildo Patriarca. Allá [en la Argentina] nadie lo conoce. Vive en un pueblito de Córdoba y toca como los dioses».